dimecres, 9 de gener del 2013

Las flores de Bach tratan de resolver problemas emocionales. Es un sistema integral discutido, una revolución de la homeopatía

Su terapia está aprobada por la Organización Mundial de la Salud desde 1976 pero no por los sistemas sanitarios estatales. Es un tipo de medicina alternativa muy diversificado

El sistema terapéutico desarrollado por Edward Bach, utiliza las esencias florales como medicamentos. Fue reconocida en 1976 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un sistema útil, sencillo, económico y que puede utilizarse de forma eficaz, fácil y segura sin efectos secundarios, desagradables y/o tóxicos.
Se trata de una terapia totalmente personalizada que consiste en la ingestión de gotas de extractos florales. Se suelen tomar las flores de Bach cuando se atraviesa una etapa difícil: épocas de exámenes, una mudanza, problemas sentimentales, etc.; o simplemente por el deseo de sentirse mejor. De igual manera, se puede recurrir a una terapia prolongada para tratar en profundidad problemas que se remontan en el tiempo, como la timidez, los celos, la irritación, la baja autoestima, el pesimismo etc.
Las esencias florales son preparados vibracionales que conservan la cualidad energetica de la flor. Su información se dirige directamente a los núcleos de nuestra personalidad, donde las emociones y los estados mentales se recubren unos a otros; permiten de manera suave y progresiva que nuestro cuerpo emocional y nuestra mente incorporen sus virtudes positivas.
La flor es la máxima manifestación vital (energética) de la planta.
Es la contenedora de la sexualidad.
Es la parte de mayor temperatura de la planta.
Cada flor tiene un campo vibracional armónico especial que al entrar en contacto con otro campo energético (personas, animales…) en desarmonía, es capaz de armonizarlo.
Cada ser humano tiene una misión en el mundo y está unido a lo divino, de manera que debemos lograr que cuerpo y la mente mantengan un equilibrio perfecto, para sentirnos felices y seamos capaces de actuar correctamente con plena conciencia de nuestro objetivo en la vida. Por lo tanto buscar la armonía en nosotros mismo es tarea importante. La floriterapia del doctor Bach es un sistema terapéutico que nos permite lograr este equilibrio.
Los miedos, los traumas, la soledad, la falta de amor, la frustración, la desesperación y el resentimiento son emociones que han estado con nosotros desde tiempos inmemorial. Sin embargo, en esta época de notables avances tecnológicos, todavía tenemos que lidiar con ellas día a día. Esto nos ayuda en nuestro aprendizaje y superación personal. pero sucede que cuando sufrimos estas emociones todos los días durante semanas, meses o incluso años el efecto que tienen en nuestra mente y en nuestro cuerpo es nocivo.
El Dr. Bach tuvo contacto con la Homeopatía, la Bacteriología, la investigación pura y se destacó como médico e innovador
Para Edward Bach, esas cuestiones le llenaban de preocupación. Él era un médico del país de Gales, Gran Bretaña. Después de graduarse en Londres como médico, realizó notables trabajos de investigación en bacteriología. Como médico, tenía un gran deseo de ayudar a las personas, siendo médico de cabecera en un medio rural. Pero no estaba del todo convencido del sector de la medicina que le había tocado practicar. Cuestión de vocación.

Así que se dedicó a la búsqueda del método menos agresivo, más sutil, benigno y suave, para tratar al enfermo. Fue entonces que tuvo contacto con la Homeopatía, en la cual también se destacó como médico e investigador, recibiendo el reconocimiento de sus colegas.
Después de algunos años de practicar la medicina en Londres con éxito, se fijó en que algunos pacientes que tenían la misma enfermedad tenían algunas otras características disímiles, como su postura, su forma de hablar, sus gestos y sus expresiones, sus análisis de las situaciones, del mundo. Empezó entonces a analizar a sus pacientes no solo por sus enfermedades y síntomas, sino por sus personalidades. Por supuesto, lo que necesitaba era un remedio para cada tipo de personalidad.
Esta investigación lo llevó a probar con sus pacientes algunos remedios suaves basados en flores que recogía en el campo cuando pasaba una temporada en el País de Gales. Decidió prepararlos de forma homeopática, y obtuvo tan buenos resultados en el terreno de esa especialidad, que decidió establecerse definitivamente en Gales, para sumergirse en el desarrollo de esa rama de la medicina. De forma intuitiva empezó a recoger el tipo de flores que percibía podían adecuadas para resolver los problemas de cada una de las personalidades que acudían a su consulta.
El método que usó para preparar sus tinturas también era novedoso: en lugar de tomar los extractos de las flores y empezar a hacer diluciones, como se usa en homeopatía, simplemente recogía el rocío que queda depositado en las flores por la mañana, y lo usaba como tintura madre. Para su asombro, este rocío resultaba suficientemente poderoso como para crear efectos positivos en las personas. Después experimentó sumergiendo algunos de los brotes de las flores en un frasco de cristal lleno de agua mineral, y dejándolos en el sol durante algunas horas, permitiendo que el sol transmitiera la energía de las flores al agua mineral, la cual quedaba convertida en tintura.
Después de experimentar los efectos de algunas tinturas de flores consigo mismo, y luego con plantas y animales, empezó a probar sus tinturas en pacientes, recetándoles remedios de acuerdo a su tipo de personalidad en lugar de enfocar a sus síntomas.
Los sorprendentes resultados que obtuvo, cambiaron su filosofía en cuanto a su investigación: para corregir una enfermedad física, eras necesario primero corregir los problemas mentales y emocionales del paciente.
A pesar de que esta idea se halla en teoría en muchas filosofías y medicinas tradicionales, era completamente novedosa para él como sistema y también para sus colegas. Bach pensaba que si se logra corregir los problemas de la mente, muchos de los físicos pueden enfrentarse más fácil y rápidamente, y sin riesgo de que vuelvan a presentarse. A pesar del énfasis que se la ha dado al sistema floral de Bach para resolver los problemas emocionales, no debe de olvidarse su utilidad a la postre sirve también para corregir problemas físicos.
Es así como logró reunir 38 remedios, cada uno con una aplicación específica para un tipo de personalidad, cada uno con diversos problemas mentales o emocionales. Estos 38 remedios están compuestos por 34 flores silvestres, 3 flores de cultivo y el último no es una flor, sino agua de manantial.

Así, el Dr. Bach es en cierto modo pionero de una nueva medicina, perspicaz y eficiente, pero relacionada sobre todo con uno de los campos más descuidados por la medicina tradicional: los relacionados con la mente.
Son 38 remedios cada uno con una aplicación específica para cada enfermedad. La floriterapia es un sistema terapéutico equilibrado sin efectos colaterales
Si los conflictos emocionales subsisten durante mucho tiempo, la enfermedad del cuerpo empieza a aparecer. Sin embargo, al restaurar el equilibrio emocional casi siempre se resuelve la enfermedad física o se nota una sensible mejoría. Fue de esta forma que desarrolló la Terapia de las Emociones. Es un sistema holístico, es decir integral, pues abarca la mente y las emociones y su relación con el organismo del paciente.
Cada vez son más las investigaciones que comprueban lo establecido por el Dr. Bach: las emociones tienen un efecto profundo en nuestra salud. No solo afectan al sistema inmunológico, sino que crean predisposiciones a muchas enfermedades. Prácticamente a cada enfermedad se le ha asociado una emoción negativa.
Por ejemplo, emociones negativas como el odio, la envidia y el resentimiento están relacionados con enfermedades como el cáncer y la diabetes. Las enfermedades de la piel se conectan con la falta de autoestima. Siempre que hay cambios en el estilo de vida hay tensión emocional, lo cual debilita el sistema inmunológico, que a su vez propicia el desarrollo de enfermedades.
Es allí donde las flores de Bach muestran su valor. No solo intentan resolver el problema emocional, sino también la causa emocional de la enfermedad. Mientras algunas terapias pueden simplemente aliviar los síntomas, las flores de Bach enfilan a su verdadero origen. No por esto debe de dejar de tratarse la enfermedad a nivel físico, pero si no se resuelve el problema emocional, es muy probable que con el paso del tiempo el problema físico vuelva a aparecer.
Una vez que entendemos que las enfermedades tienen su origen en las emociones, podemos analizarnos a nosotros mismos hasta encontrar cuales fueron las ideas que provocaron la enfermedad. Por ejemplo, si tenemos gripe, podemos recorrer las emociones y experiencias del pasado que nos han llevado a esta enfermedad. Puede ser una simple tensión mental pasajera, por aspectos familiares, escolares, o de trabajo, pero lo suficientemente poderosa como para debilitarnos lo bastante como para que la enfermedad física se presente. Una vez que tomamos conciencia de ello, es más fácil y rápido superar la enfermedad.

Pero ocurre que no siempre es fácil identificar esas emociones, y mucho menos superarlas. Entonces echar mano a las flores de Bach, es ofrecer al cuerpo un estímulo adicional para superar nuestros miedos, resentimientos y traumas, por ejemplo.
Lo que el Dr. Bach nos proporcionó es una poderosa herramienta para la salud. No basta con tomar unas gotitas de los remedios florales para sentirnos felices, pero sí para ver un camino. La purga de Benito no existe. Pero el que una persona siente que es posible una ayuda para superar miedos, depresión, impaciencia, soledad o traumas del pasado, entre muchos otros problemas emocionales, y esa ayuda es el primer paso para resolver los problemas físicos asociados a esas sensaciones negativas y destructoras.
Después de más de 80 años, las Flores de Bach han sido probadas como un buen sistema para tratar los problemas físicos, mentales y emocionales de los seres vivos…
La terapia con flores de Bach, encuadrada dentro de la medicina alternativa, es muy discutida al ser considerada como homeopática
Actualmente, la terapia con flores de Bach está encuadrada como una variante de terapia médica alternativa pero su clasificación es difícil y está considerada como una variante de la Homeopatía. La consideraron muchos como aplicada inadecuadamente, técnicamente, por algunos practicantes y su venta quedó sujeta a las reglas que rigen para los productos homeopáticos.
Su implementación y aplicación como terapia generalmente no están reconocidas oficialmente por los sistemas sanitarios estatales por lo que no están reglamentadas excepto en Chile y Cuba. Aunque están reconocidas por la Organización Mundial de la Salud.
El estatus terapéutico de las flores de Bach es agriamente discutido por los resultados presentados en los ensayos clínicos controlados (Armstrong & Ernst, 1999; Walach y otros, 2001; Pintov, 2005) y sometidos a revisión según estándares científicos (Ernst, 2000), interpretando la efectividad terapéutica alcanzada, como en la homeopatía, como consecuencia del efecto placebo. Por otra parte, a la luz de la ciencia químico-farmacológica, son discutidos la metodología de elaboración y también los posibles mecanismos de acción de estos "remedios" florales en función de sus principios activos de orden vegetal (ya que no pertenecen a la fitoterapia)
En este contexto, existen posiciones encontradas —a favor y en contra— concernientes a la efectividad y utilidad de las esencias florales de Bach como forma de tratamiento. Los que están en contra advierten que– sin un aval científico— no se debe usar este tipo de terapia en casos de enfermedades o trastornos serios.

Detractores más severos sobre el uso de la flores de Bach, lejos de concebirlo como una forma de terapia, entienden su comercialización como una forma de negocio, cosa que suele ser corriente en remedios que triunfan en las ventas.. En otro aspecto las flores de Bach también han sido consideradas como un invento propio del pensamiento mágico, una forma de pseudociencia sin fundamentos científicos que avalen esa influencia sobre la mente.
La comunidad científica alberga serias dudas de que las flores de Bach tengan algún valor terapéutico, por dos razones principalmente.
Primero, que los remedios no fueron elegidos con ningún criterio que pudiera ser considerado racional en el siglo XX, sino con uno próximo a una versión verbal de doctrinas de personajes célebres que pudieron tener importancia en la Antigüedad, pero que hoy se consideran como una forma de pensamiento mágico.
Segundo, porque contradice todo el conocimiento científico desarrollado experimentalmente desde la Ilustración, basado en la interpretación de los fenómenos como resultado de la interacción física entre los sistemas materiales, una vez superada la suposición de que los campos de fuerza, tales como la gravedad o el electromagnetismo, son formas de manifestación de lo espiritual, y no fenómenos materiales. Para las flores de Bach se usan diluciones que van más allá de lo que permite la divisibilidad de la materia, cuyo carácter particulado y discontinuo estaba probado desde los orígenes de la Química. Sin embargo, los elaboradores de esencias florales dicen que lo efectivo de las mismas no está tanto en que haya alguna sustancia química disuelta en la preparación, sino en las "vibraciones" o "características vibracionales" que poseen los preparados, de diferentes características para cada esencia floral. Tales «vibraciones» no se corresponden con ningún aspecto de la realidad conocido por la ciencia, ni desde luego con la vibración de las moléculas, sino con el tipo de entelequia a que se refieren frases como «tener buenas vibraciones».

noticiasdehoy


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