diumenge, 24 de març del 2013

La ruta del té.

En el siglo IV de nuestra era, el té ya era una bebida popular en China. Pasó por  tres etapas principales: té hervido, té machacado y té en infusión. Las tres "escuelas" son indicadoras de la esencia de sus respectivas épocas, que corresponden a las dinastías Tang, Song y Ming.
En el siglo XVIII, el té se convirtió en una bebida real adoptada por la nobleza como un elegante pasatiempo. El poeta Lu Yu, en la dinastía Tang, escribió el primer libro del té. El té siempre ha estado unido a la historia y a medida que se ha extendido ha puesto en contacto a diferentes pueblos, con diferentes religiones y filosofías.
La historia india menciona cómo Marco Polo, el gran viajero, llevó té de China a la corte del famoso emperador indio Harsha Vardhana.
En Japón, el té fue principalmente introducido por un monje budista del siglo IX. Para los japoneses, el té es algo más que una bebida. La ceremonia del té, con sus 4 preceptos: armonía (WA), respeto (KEI), pureza (SEI), y tranquilidad (JAKU), (incluso los samuráis dejaban sus armas fuera del recinto de té); tenía por objetivo ayudar al espíritu a encontrar la paz.
A través de las rutas de las caravanas, el té penetró en todas las tierras mongolas, los países musulmanes y en Rusia.
Sin embargo Europa conoció el té relativamente tarde porque tuvo largos períodos sin contacto con el Oriente; fue traído por un tratante árabe llamado Suleiman.
Fue a principios del s. XVII cuando comenzó realmente una expansión del consumo de té a gran escala en el mundo occidental. La Compañía de las Indias Orientales estableció relaciones con el Lejano Oriente, introduciendo el té en Holanda primero en 1610, después en Francia en 1636 y por último en Inglaterra en 1650.
El té ha sido la causa de más de una guerra, pero la más importante fue probablemente la guerra de la independencia americana.
A principios del siglo XIX, China era virtualmente el único proveedor de té del mundo. En 1834, se introdujeron plantaciones de té en India y un poco después, en 1857, en Ceilán y a continuación en Asia, África y Sudamérica. A medida que se extendía su cultivo, la competencia entre los propietarios de los barcos por tener el más rápido transporte de té llevó a la organización de carreras en las lejanas travesías orientales.
Las variedades de té son muchas, existiendo en la actualidad variantes que se comercializan con el nombre de "té", pero que en realidad son infusiones de otras hierbas o plantas. El té se prepara con hojas y tallos de la planta del té, mientras que otras infusiones realizadas con otras plantas aunque se conozcan popularmente como "té de (nombre de la planta)", técnicamente no son tés.
Existen 3 grupos de té (infusiones de la planta del té): los tés verdes, los tés negros (oxidados) y los tés semi-oxidados u Oolong. Esta diferencia radica en la forma de preparación de la bebida.
El té negro es la variedad de té más consumida y comercializada a nivel mundial. Para preparar el té negro las hojas de la planta se enrollan y dejan oxidar. Después se secan y se trituran.
El té verde o té chino, no se deja el mismo tiempo que el té negro en infusión. Es decir, el saquito de té (si lo preparamos así) se retira antes. Las hojas de la planta no se dejan oxidar y directamente se secan y se someten a un proceso que se llama torrefacción en recipientes de hierro.
El té Oolong (o semi-oxidado), es una variante donde no se dejan oxidar por completo a las hojas, quedando a medio camino entre el té negro y el té verde.
Amigos ojalá hayamos cumplido con sus expectativas, creo que ahora sabemos un poquito más de la infusión que tanto apreciamos.
Que pasen un buen día y mejor noche… con un "tesito" de jazmín si no concilian el sueño.


Jaume Guinot

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