Existe una necesidad urgente de tomar conciencia sobre la importancia de la alimentación en nuestras vidas. Según la OMS y la WCRF, entre el 30 y el 40% de los cánceres pueden ser producto de una mala alimentación. Sin dudas, somos lo que comemos.
Aumentar el consumo de verduras, frutas, cereales completos y legumbres. Mínimo 400 gramos por día de dos tipos de verduras sin almidón y de frutas de diferentes colores. Cereales o legumbres, con cada comida.
Una medicina
Hipócrates, hace más de veinticinco siglos, dijo: "Que tu alimento sea tu medicina y que tu medicina sea tu alimento". ¿Qué enfermedad nos curará la comida chatarra?
es el lugar que ocupa Argentina respecto de la lista mundial de tasa de personas afectadas por cáncer en 2008. El primer puesto lo ocupa Dinamarca y el último, el puesto 50, Sudáfrica.
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La obesidad es otra enfermedad derivada de una alimentación mala, y también se la puede relacionar con el cáncer. Según investigadores, el quince por ciento de los tumores pueden estar relacionados con la obesidad.
Cerca de un tercio de los cánceres más comunes se podrían prevenir realizando actividad física, manteniendo un peso conveniente, y con una dieta saludable. Estas son palabras del Fondo Internacional para la Investigación del Cáncer (World Cancer Research Fund, WCRF). Palabras a las que también suscribe la OMS, Organización Mundial de la Salud.
En un principio, estos temas, pertenecían a personas interesadas por modos de vida alternativos, pero con el avance de las investigaciones científicas podemos saber que nuestra alimentación, además de saciar el hambre, nos sirve de medicina preventiva. Finalmente, lo comprobamos: todo está interrelacionado. De hecho, muchos oncólogos en el mundo están incluyendo un abanico de terapias para atender a sus pacientes.
La relación entre alimentación y cáncer se conoce hace años, el consumo excesivo de algunos alimentos repercute de diferentes formas en nuestro organismo, una de ellas puede ser creando un ambiente propicio para la formación de células cancerígenas.
El cáncer es una enfermedad que se desarrolla a nivel celular, las células muestran cambios y como consecuencia se produce una multiplicación sin control y con capacidad para invadir estructuras vecinas y crear nuevas colonias en otros lugares, las llamadas metástasis. Si bien la alimentación no es el único factor para que se produzca este cambio celular, propicia un ambiente, como se dijo antes, que pudiera favorecer a ese desarrollo.
Así es que según la Organización Mundial de la Salud, un tercio de los cánceres estaría relacionado con una alimentación desequilibrada. Exceso de carnes, de azúcares, de grasas, sumado a los alimentos industriales, a los agrotóxicos que se utilizan en los cultivos a gran escala, al sedentarismo y a los desequilibrios emocionales y ritmos veloces que trajo aparejada la vida moderna, dieron como resultado un coctel peligroso.
Algunos alimentos, verduras, frutas, cereales sin refinar y legumbres, contienen sustancias capaces de armonizar funciones del organismo que permiten mantener el estado de salud y bienestar.
Estos alimentos actúan sobre ambientes en los que pudiera generarse el cáncer. Pueden intervenir regulando niveles de azúcares, como antiinflamatorios, y además contener sustancias llamadas fitoquímicos tan beneficiosos para nuestro organismo. Algunos especialistas aseguran que ciertos fitoquímicos pueden atacar a células cancerosas sin alterar a las células sanas.
El estudio SUVIMAX, Suppléments en Vitamines et Minéraux Antioxydants (complementos de vitaminas y minerales antioxidantes) es una destacada investigación de origen francés sobre el impacto de las vitaminas y minerales antioxidantes en la prevención de ciertas enfermedades coronarias y del cáncer. Si bien este estudio ha utilizado complementos de vitaminas y minerales antioxidantes, utiliza niveles realistas de los mismos, semejantes a los obtenidos de forma natural a través de una dieta equilibrada rica en fruta y verdura. Según Jean Néve, catedrático de la Universidad Libre de Bruselas y miembro del Comité Científico y de Supervisión de SUVIMAX, esta diferencia es relevante. El estudio se realizó durante ocho años en trece mil personas, para recopilar información sobre la alimentación y sus consecuencias. Hace algunos años se conocieron los resultados: "La mejor prevención consiste en una dieta variada, rica en fruta y verdura. Sin embargo, como quedó demostrado en el caso de los hombres, quienes consumen menos antioxidantes en su dieta habitual son los que pueden obtener mayores beneficios al compensar dicha deficiencia con el consumo de complementos. Por otra parte, esa cantidad extra de antioxidantes puede obtenerse directamente de los alimentos. Por ejemplo, 60 gr. de zanahoria rallada (betacaroteno) y un kiwi o una naranja (vitamina C) aportan las dosis administradas en SUVIMAX".
En resumen, para tener una vida saludable y mantener alejadas a ciertas enfermedades, es importante llevar una alimentación sana, es decir, una dieta equilibrada. Consumir una amplia variedad y cantidad de frutas y verduras, cereales sin refinar y legumbres, y comer con moderación ciertos alimentos. Es imprescindible transmitir una alimentación apropiada desde etapas tempranas de la vida, para que se conviertan en un hábito a lo largo de la edad adulta, esto contribuirá a reducir el riesgo de padecer ciertas afecciones como obesidad, enfermedades cardiovasculares, hipertensión, diabetes y algunos tipos de cáncer.
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