El Ministerio de Educación emitió un comunicado a través de su página Web para informar que junto con las alcaldías y las gobernaciones se debe aportar los recursos para la alimentación a los estudiantes de las instituciones públicas del país. La noticia no ha calado de la mejor manera en las entidades territoriales, pues consideran que lo que se está haciendo es disminuir los presupuestos y esto haría que no se pudiera hacer la cobertura total de los niños, sobre todo de los cursos más avanzados. De acuerdo con los argumentos del MEN, las alcaldías y las gobernaciones vienen utilizando recursos de otras fuentes como el Sistema de Regalías, lo que produce el descontrol del sistema, además de incoherencia en la utilización de las partidas presupuestarias, lo cual puede caer en el desvío dineros para otros fines a través de terceros.
Sin embargo, para la Secretaría municipal de Popayán la medida obligaría a dejar de cubrir a una población importante, lo cual podría generar inclusive deserciones, asunto que viene combatiendo el Gobierno con algunas políticas e incentivos para los jóvenes. Desde hace un par de meses el Gobierno parece poner el dedo en la llaga a los restaurantes escolares donde ha identificado anomalías con los operadores y evidente corrupción, donde también la calidad de los alimentos suministrados deja mucho que desear. Con la medida, la entidad rectora de la educación en el país busca poner algo de control a la situación aunque paguen justos por pecadores, ya que se anuncia desde Popayán lo perjudicial de la medida. Según el Secretario de Educación municipal, Luis Guillermo Céspedes, alrededor de 11 mil estudiantes dejarían de recibir la alimentación, además porque con los mismos recursos se debe atender a las instituciones que se acojan a la jornada única, lo cual, por supuesto, aumenta la demanda.Para Céspedes el tema es contradictorio, ya que desde el Gobierno se ha celebrado que por primera vez en muchos años los recursos de la educación superen a los de la seguridad, ya que de acuerdo con lo que han expresado la Ministra Parody y el presidente Santos, se busca que el país sea el más educado de la región en los próximos 25 años.
Para este objetivo se viene haciendo lo correspondiente para motivar en las regiones la jornada única estudiantil, que por supuesto requiere de una seria de medidas -entre ellas las de presupuesto- para cubrir las necesidades que implica aumentar las horas de estudio de los educandos.
Pero, paradójicamente para Popayán, el Ministerio de Educación redujo los presupuestos de 3.600 millones a 3.200 millones de pesos para el 2016, lo que descompensa la posibilidad de atender a toda la población, según datos suministrados por la dependencia municipal. En todo este manejo de presupuestos, los únicos perjudicados son los estudiantes que por culpa de los malos manejos administrativos y de medidas incoherentes no tendrán un servicio fundamental como lo es la alimentación. Muchos niños que habitan en la pobreza extrema reciben un único alimento en sus instituciones educativas, y quitar esta ayuda por cualquier motivo es atentar contra el futuro del país. Esperamos que se creen los mecanismos para hacer de este recurso un derecho vital en la educación en Colombia.
Fuente:HSBnoticias.com
Sin embargo, para la Secretaría municipal de Popayán la medida obligaría a dejar de cubrir a una población importante, lo cual podría generar inclusive deserciones, asunto que viene combatiendo el Gobierno con algunas políticas e incentivos para los jóvenes. Desde hace un par de meses el Gobierno parece poner el dedo en la llaga a los restaurantes escolares donde ha identificado anomalías con los operadores y evidente corrupción, donde también la calidad de los alimentos suministrados deja mucho que desear. Con la medida, la entidad rectora de la educación en el país busca poner algo de control a la situación aunque paguen justos por pecadores, ya que se anuncia desde Popayán lo perjudicial de la medida. Según el Secretario de Educación municipal, Luis Guillermo Céspedes, alrededor de 11 mil estudiantes dejarían de recibir la alimentación, además porque con los mismos recursos se debe atender a las instituciones que se acojan a la jornada única, lo cual, por supuesto, aumenta la demanda.Para Céspedes el tema es contradictorio, ya que desde el Gobierno se ha celebrado que por primera vez en muchos años los recursos de la educación superen a los de la seguridad, ya que de acuerdo con lo que han expresado la Ministra Parody y el presidente Santos, se busca que el país sea el más educado de la región en los próximos 25 años.
Para este objetivo se viene haciendo lo correspondiente para motivar en las regiones la jornada única estudiantil, que por supuesto requiere de una seria de medidas -entre ellas las de presupuesto- para cubrir las necesidades que implica aumentar las horas de estudio de los educandos.
Pero, paradójicamente para Popayán, el Ministerio de Educación redujo los presupuestos de 3.600 millones a 3.200 millones de pesos para el 2016, lo que descompensa la posibilidad de atender a toda la población, según datos suministrados por la dependencia municipal. En todo este manejo de presupuestos, los únicos perjudicados son los estudiantes que por culpa de los malos manejos administrativos y de medidas incoherentes no tendrán un servicio fundamental como lo es la alimentación. Muchos niños que habitan en la pobreza extrema reciben un único alimento en sus instituciones educativas, y quitar esta ayuda por cualquier motivo es atentar contra el futuro del país. Esperamos que se creen los mecanismos para hacer de este recurso un derecho vital en la educación en Colombia.
Fuente:HSBnoticias.com
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