El Sexo y las Enfermedades Crónicas

Sexo y enfermedades crónicas

Las enfermedades crónicas como las que afectan la salud del corazón o la diabetes pueden perjudicar la vida sexual. Sin embargo, siempre hay formas de seguir disfrutando del sexo.
Algunas enfermedades crónicas como la diabetes, el cáncer o la artritis, hacen que la vida sexual de una persona cambie. Síntomas como fatiga, dolor, rigidez y depresión pueden dificultar el desempeño sexual y hasta hacer que algunas personas pierdan el interés en el sexo.

Enfermedades del corazón

Según la Asociación Americana del Corazón, uno de los mayores mitos sobre las enfermedades del corazón es que el sexo afecta la salud del corazón. Sin embargo, la mayoría de las personas con problemas del corazón son capaces de retomar su vida sexual.
La depresión puede aparecer en la fase temprana de la enfermedad cardíaca y disminuir el deseo de tener relaciones sexuales, pero suele ser un problema temporal.

Diabetes

Si se padece diabetes, algunos síntomas como el cansancio, el estrés o la depresión pueden disminuir la libido. Incluso la diabetes puede afectar la vida sexual dado que ocasiona cambios en los nervios y los vasos sanguíneos. En las mujeres esto puede provocar sequedad vaginal y disminución de la sensibilidad. En los hombres la disminución del flujo de sangre al pene puede causar disfunción eréctil.

Cáncer

La recuperación de un cáncer suele ir acompañada de una gran cuota de estrés, fatiga y depresión. Los siguientes tratamientos contra el cáncer pueden interferir con la capacidad para disfrutar del sexo:

• Cirugía y la recuperación
• Quimioterapia
• Tratamientos de radiación

Artritis

Las personas que viven con artritis suelen tener:

• Dolor
• Rigidez
• Fatiga
• Movimiento limitado
• Disminución de la fuerza y ​​la resistencia

Estos signos pueden afectar el desempeño sexual.

¿Cómo mejorar la experiencia sexual?

Tenga en cuenta algunos consejos para mejorar la vida sexual:
Comunicarse. La intimidad sexual requiere de una buena comunicación. La persona que padece una enfermedad crónica necesita dialogar de forma honesta con su pareja para compartir cómo se siente acerca del sexo.
Planear con anticipación. Por ejemplo, si se toman medicamentos para aliviar el dolor, se aconseja hacerlo 30 minutos antes del sexo.
Relajarse. No hay que sentirse presionado. Se aconseja tomar una ducha caliente o darse un masaje antes del sexo o como parte de los juegos previos para entrar en ánimo.
Experimentar. Se aconseja probar diferentes posiciones hasta encontrar a más cómoda.

Fuente: Everyday Health

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