Dieta Contra el Cáncer de Mama

Las verduras crucíferas tienen propiedades que combaten el cáncer de mama

Tenga en cuenta hábitos dietéticos que pueden ayudarla a prevenir y controlar el cáncer de mama. Converse tales pautas con su médico.

Elegir alimentos de bajo IG

Los carbohidratos que tienen un alto índice glucémico (IG) provocan un aumento rápido de los niveles de glucosa en la sangre, lo que hace que el páncreas libere grandes cantidades de insulina. Por el contrario, los carbohidratos de bajo IG, sólo causan un pequeño aumento de la glucosa en sangre y los niveles de insulina.
El exceso de insulina en la sangre puede dar lugar a un fuerte aumento del factor de crecimiento insulínico tipo 1 (IGF-1), una proteína que se ha relacionado con el cáncer de mama.
La mayoría de las verduras sin almidón, las legumbres y las frutas tienen bajo IG.

Limitar el consumo de alcohol

El consumo frecuente de alcohol se asocia con un mayor riesgo de varios tipos de cáncer. El alcohol es capaz de convertirse en acetaldehído en el cuerpo (acetaldehído es lo que causa resacas). El acetaldehído causa daño en el ADN, lo que puede conducir al cáncer de mama.
Algunos estudios sugieren que el riesgo de cáncer de mama en las mujeres con alto consumo de alcohol se podría reducir con un consumo adecuado de vitamina B9 (ácido fólico) y vitamina B12.

Comer muchos alimentos ricos en I3C

Las verduras crucíferas como brócoli, coliflor, col, coles de Bruselas y col rizada, son reconocidas desde hace tiempo por sus propiedades que combaten el cáncer. Estas propiedades se deben principalmente a indol-3-carbinol (I3C), un compuesto natural que se encuentra en los vegetales crucíferos.
Según los estudios, el I3C puede ayudar a desintoxicar sustancias nocivas (incluidos los carcinógenos) y destruir los radicales libres, y la interferencia directa con la reproducción de células cancerosas.

Consumir fibra

De acuerdo con un estudio del Reino Unido, una dieta alta en fibra puede reducir significativamente el riesgo de cáncer de mama en mujeres pre-menopáusicas.
Los investigadores, encargados de supervisar la dieta de 35.000 mujeres, encontraron que las pre-menopáusicas que consumieron 30 gramos de fibra al día tuvieron la mitad del riesgo, en comparación con quienes comían menos de 20 gramos. Sin embargo, el mismo efecto protector no se observó en mujeres post-menopáusicas.

Evitar alimentos que contienen nitratos

Los nitratos se utilizan en carnes procesadas y curadas. Una vez consumidos, el cuerpo puede convertir nitratos en nitritos, que a su vez puede reaccionan con ciertos compuestos orgánicos que se encuentran en los alimentos para formar nitrosaminas. La evidencia sugiere que las nitrosaminas pueden causar cáncer de mama en mujeres, sin embargo, la formación de nitrosamina es inhibida por la vitamina C y vitamina E, así como algunos otros antioxidantes.

Consumir curcumina

La curcumina es un fitoquímico que da a la cúrcuma su color amarillo. La cúrcuma es utilizada desde hace años por la medicina ayurvédica y la medicina tradicional china por sus propiedades medicinales.
En los últimos años, también los científicos occidentales han comenzado a prestar mayor atención a este compuesto. Estudios recientes sugieren que la curcumina tiene una amplia gama de propiedades que combaten casi cualquier tipo de cáncer. La curcumina parece ser capaz de identificar las células cancerosas y potenciales para inducir su autodestrucción, sin dañar las células sanas.

Incluir alicina en la dieta

Varios estudios han demostrado que la alicina puede inhibir el desarrollo de tumores y prevenir ciertos tipos de cáncer. La alicina es un compuesto que se encuentra en el ajo y otros miembros de la familia Allium, como las cebollas y las vieiras.
Los estudios muestran que los países donde la gente consume mucho ajo (por ejemplo, China, Japón y Francia) tienen una menor incidencia de cáncer de mama.
Para aprovechar los beneficios del ajo se aconseja picarlo o machacarlo y esperar 10 minutos antes de comerlo o cocinarlo.

Consumir carotenoides

Los carotenoides son pigmentos vegetales que dan a las frutas y las verduras su color característico. El efecto protector de estas sustancias ha demostrado ser particularmente fuerte para el cáncer de pulmón y el cáncer de mama.

Evitar alimentos que puedan estar contaminados con aflatoxinas

Ciertos tipos de hongos que crecen en los alimentos pueden producir toxinas cancerígenas. Estas toxinas son las aflatoxinas, que pueden dar lugar a un mayor riesgo de cáncer de mama debido a su capacidad de dañar el ADN.
Los cacahuetes parecen ser particularmente susceptibles a la contaminación con aflatoxinas, pero también otros tipos de alimentos como granos enteros, legumbres, frutos secos y especias.
Para reducir el riesgo de exposición a estas toxinas se aconseja: seleccionar las semillas frescas, frutos secos, legumbres y cereales; buscar signos de almacenamiento adecuado; desechar las nueces que tienen un sabor rancio o parecen sospechosas; y comer verduras ricas en clorofila para reducir el riesgo de los efectos nocivos de las aflatoxinas.

Consumir abundantes alimentos ricos en lignanos

Los lignanos son un tipo de fitoquímicos encontrados en altas cantidades en las semillas de lino y los granos enteros. Estos compuestos han demostrado reducir el riesgo de cáncer de mama mediante su capacidad para inhibir la acción del estrógeno en exceso en el cuerpo. Altas cantidades de la hormona femenina estrógeno en el cuerpo han sido asociadas con un mayor riesgo de cáncer de mama.

Fuente: Heal With Food

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