Si le preguntaras a la gente acerca de cuál emoción podría prescindir, no sería una sorpresa si un gran número de personas nombraran el estrés como su menos favorita.
El estrés es una emoción muy desagradable y debilitante que nos puede hacer sentir que las cosas están siendo demasiado pesadas.
Se conoce que el estrés disminuye la función del sistema inmunológico haciéndonos más propensos a las enfermedades, afecta negativamente nuestra capacidad de tomar decisiones, y está relacionado con muchas otras emociones desagradables tales como la depresión y la ansiedad.
Sin embargo, para cada emoción existe una razón y, por supuesto, nos adaptamos a sentir estrés a través de la evolución, así que tendría que ofrecer algún tipo de beneficio – y de hecho no deja de tener sus puntos positivos.
De hecho, centrarse a veces en los aspectos positivos del estrés puede ser suficiente para ayudarnos a revertir la tensión sacando el máximo provecho de ella.
Aquí vamos a ver cuáles son algunos de los efectos positivos del estrés para que podamos empezar a trabajar con él en lugar de trabajar constantemente en contra él.
En primer lugar, el estrés es positivo en cuanto que puede ser una gran fuerza motivadora a veces y esto es en parte probablemente por lo que lo hemos desarrollado en primer lugar. A menudo es fácil ver cómo el estrés puede ser un factor útil para motivar observando ejemplos diarios (estudiar los días previos a rendir un examen)
Si estás estresado, entonces vas a tratar de solucionar el problema.
El truco, entonces, es ser capaz de controlar, vigilar y en última instancia, aprovechar el estrés para que sientas solamente las cantidades positivas y te beneficies.
Por increíble que pueda parecer, el estrés es en realidad un potenciador cognitivo que puede impulsar varios aspectos de nuestra destreza mental y así ayudarnos en las capacidades profesionales y académicas.
Primero de todo, esto es porque el estrés ayuda a nuestro cerebro a enfocarse.
El estrés se desarrolló para ayudarnos a reaccionar ante posibles situaciones de peligro en la naturaleza. No va a servir de nada pasar todo el tiempo pensando en lo que vas a tener que cocinar para la cena de esa noche, por lo que el estrés puede ayudar a reducir la atención y concentrarse en la tarea llevada a cabo en el momento.
Mientras tanto, el estrés también se ha demostrado en algunos estudios que ayuda a mejorar la memoria y recordar – por lo que un poco de estrés durante la revisión de un examen o una presentación puede ayudar a recordar qué es lo que has leído la noche anterior. Esto se supone que es un resultado de niveles ligeramente más altos de cortisona – aunque de nuevo la moderación es clave ya que niveles de cortisona demasiado altas han demostrado que causan daños en el hipocampo.
Además de mejorar el funcionamiento del cerebro, el estrés también puede aumentar el rendimiento físico y la resistencia. Esto es debido a que causa la liberación de adrenalina que acelera el ritmo cardíaco y el metabolismo. Esto puede dar lugar a reacciones y reflejos mayores, mientras que también actúa como un analgésico lo que significa que puede haber una mejor resistencia.
El truco es, pues, en ciertas situaciones, tratar de aprovechar esa energía nerviosa y dirigirla en algo un poco más positivo y eficaz.
El estrés es una emoción muy desagradable y debilitante que nos puede hacer sentir que las cosas están siendo demasiado pesadas.
Se conoce que el estrés disminuye la función del sistema inmunológico haciéndonos más propensos a las enfermedades, afecta negativamente nuestra capacidad de tomar decisiones, y está relacionado con muchas otras emociones desagradables tales como la depresión y la ansiedad.
Sin embargo, para cada emoción existe una razón y, por supuesto, nos adaptamos a sentir estrés a través de la evolución, así que tendría que ofrecer algún tipo de beneficio – y de hecho no deja de tener sus puntos positivos.
De hecho, centrarse a veces en los aspectos positivos del estrés puede ser suficiente para ayudarnos a revertir la tensión sacando el máximo provecho de ella.
Aquí vamos a ver cuáles son algunos de los efectos positivos del estrés para que podamos empezar a trabajar con él en lugar de trabajar constantemente en contra él.
En primer lugar, el estrés es positivo en cuanto que puede ser una gran fuerza motivadora a veces y esto es en parte probablemente por lo que lo hemos desarrollado en primer lugar. A menudo es fácil ver cómo el estrés puede ser un factor útil para motivar observando ejemplos diarios (estudiar los días previos a rendir un examen)
Si estás estresado, entonces vas a tratar de solucionar el problema.
El truco, entonces, es ser capaz de controlar, vigilar y en última instancia, aprovechar el estrés para que sientas solamente las cantidades positivas y te beneficies.
Por increíble que pueda parecer, el estrés es en realidad un potenciador cognitivo que puede impulsar varios aspectos de nuestra destreza mental y así ayudarnos en las capacidades profesionales y académicas.
Primero de todo, esto es porque el estrés ayuda a nuestro cerebro a enfocarse.
El estrés se desarrolló para ayudarnos a reaccionar ante posibles situaciones de peligro en la naturaleza. No va a servir de nada pasar todo el tiempo pensando en lo que vas a tener que cocinar para la cena de esa noche, por lo que el estrés puede ayudar a reducir la atención y concentrarse en la tarea llevada a cabo en el momento.
Mientras tanto, el estrés también se ha demostrado en algunos estudios que ayuda a mejorar la memoria y recordar – por lo que un poco de estrés durante la revisión de un examen o una presentación puede ayudar a recordar qué es lo que has leído la noche anterior. Esto se supone que es un resultado de niveles ligeramente más altos de cortisona – aunque de nuevo la moderación es clave ya que niveles de cortisona demasiado altas han demostrado que causan daños en el hipocampo.
Además de mejorar el funcionamiento del cerebro, el estrés también puede aumentar el rendimiento físico y la resistencia. Esto es debido a que causa la liberación de adrenalina que acelera el ritmo cardíaco y el metabolismo. Esto puede dar lugar a reacciones y reflejos mayores, mientras que también actúa como un analgésico lo que significa que puede haber una mejor resistencia.
El truco es, pues, en ciertas situaciones, tratar de aprovechar esa energía nerviosa y dirigirla en algo un poco más positivo y eficaz.
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