dissabte, 26 d’octubre del 2013

El cuadro del hijo

Un hombre rico y su hijo tenían gran pasión por el arte. Tenían de
todo en su colección; desde Rafael hasta Picasso. Muy a menudo, se
sentaban juntos a admirar las grandes obras de arte, desgraciadamente,
el hijo fue a la guerra.
Fue muy valiente y murió en la batalla mientras rescataba a otro soldado.
El padre recibió la noticia y sufrió profundamente la muerte de su
único hijo. Un mes mas tarde, justo antes de la Navidad, alguien tocó
a la puerta.
Un joven con un gran paquete en sus manos dijo al padre: Señor, usted
no me conoce, pero yo soy el soldado por quien su hijo dio la vida.
Él salvó muchas vidas ese día, me estaba llevando a un lugar seguro
cuando una bala le atravesó el pecho, muriendo así instantáneamente.
Él hablaba muy a menudo de usted y de su amor por el arte. El muchacho
extendió los brazos para entregar el paquete: Yo sé que esto no es
mucho.
Yo no soy un gran artista, pero creo que a su hijo le hubiera gustado
que usted recibiera esto."
El padre abrió el paquete.
Era un retrato de su hijo, pintado por el joven soldado. Él contempló
con profunda admiración la manera en que el soldado había capturado la
personalidad de su hijo en la pintura.
El padre estaba tan atraído por la expresión de los ojos de su hijo
que los suyos propios se arrasaron de lágrimas.
Le agradeció al joven soldado y ofreció pagarle por el cuadro.
"Oh no, Señor, yo nunca podría pagarle lo que su hijo hizo por mi. Es
un regalo."
El padre colgó el retrato arriba de la repisa de su chimenea. Cada vez
que los visitantes e invitados llegaban a su casa, les mostraba el
retrato de su hijo antes de mostrar su famosa galería.
El hombre murió unos meses mas tarde y se anunció una subasta con
todas pinturas que poseía.
Mucha gente importante e influyente acudió con grandes expectativas de
hacerse con un famoso cuadro de la colección. Sobre la plataforma
estaba el retrato del hijo.
El subastador golpeó su mazo para dar inicio a la subasta.
"Empezaremos los remates con este retrato del hijo, quien ofrece por
este retrato?"
Hubo un gran silencio. Entonces una voz del fondo de la habitación
grito: "Queremos ver las pinturas famosas, Olvídese de esa".
Sin embargo el subastador persistió: "Alguien ofrece algo por esta
pintura? ¿$100.00? $200.00?"
Otra voz gritò con enojo: "No venimos por esa pintura, Venimos por los
Van Goghs, los Rembrandts. Vamos a las ofertas de verdad".
Pero aun asi el subastador continuaba su labor: "El Hijo, El Hijo,
Quien se lleva El hijo?"
Finalmente una voz se oyó desde atrás, el viejo jardinero del padre y
del hijo. Siendo un hombre muy pobre, era lo único que podía ofrecer.
"Tenemos $10 Quien da $20?", grito el subastador."
La multitud se estaba enojando mucho. No querían la pintura de "El
Hijo". Querían las que representaban una valiosa inversión para sus
propias colecciones.
El subastador golpeò por fin el mazo: "Va una, van dos, VENDIDA por $10?
Empecemos con la colección, gritó uno".
El subastador soltó su mazo y dijo: "Lo siento mucho, damas y
caballeros, pero la subasta llegò a su final".
"Pero, y las pinturas?", dijeron los interesados,Lo siento, "Contesto
el subastador; Cuando me llamaron para conducir esta Subasta, se me
dijo de un secreto estipulado en el testamento del dueño.
Yo no tenia permitido revelar esta estipulación hasta este preciso
momento. Solamente la pintura de "EL HIJO" seria subastada.
Aquel que la aceptara heredaría absolutamente todas las posesiones de
este hombre, incluyendo las famosas pinturas. El hombre que aceptò
quedarse con "EL HIJO" se queda con TODO".


Jaume Guinot
Ciudadano del mundo

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